23 de septiembre de 2009

¿Golpe de Estado en Honduras?

El caso de Honduras y la expulsión del poder de Zelaya, demuestran hasta donde puede legar la desinformación, cuando por distintas razones pareciera haber un consenso en una determinada postura. Y es lamentable el papel de muchos políticos y periodistas chilenos en este caso.
Sin ningún análisis riguroso se hacen eco del siguiente chantaje moral: se califica la destitución de este individuo -prima facie- como golpe de estado, y automáticamente todos quedan imposibilitados de analizar racionalmente lo sucedido en ese país, so riego de ser calificado de golpista. Ese chantaje es inaceptable y desde luego no lo acepto.

Fui contrario a Pinochet; participé activamente en política y he votado por todos los candidatos de la concertación. Me opuse a que trajeran a Pinochet, porque legalmente estimaba que podía juzgarse en Inglaterra. En mi blog he dado testimonio de eso: http://sociedad-y-derecho.blogspot.com/

Aclarado eso, tengo autoridad moral para pronunciarme: no tengo tejado de vidrio.

INEXISTENCIA DE GOLPE DE ESTADO
1.- La Constitución de Honduras tiene el siguiente articulo:
ARTICULO 239.- El ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Designado.
El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos, y quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública.

2.- El ex Presidente Zelaya había convocado a una encuesta tendiende a reformar la constitución (ver noticia), pese a la oposición del Congreso nacional, el Poder Judicial y el Tribunal Electoral (ver noticia).

"El 24 de junio, Zelaya anunció que destituía al General Romeo Vásquez Velásquez, Jefe del Estado Mayor Conjunto hondureño, luego de que éste se negara a distribuir las tarjetas de votación de la controversial consulta. Poco después, el Ministro de Defensa y los Jefes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas de Honduras renunciaron. La Corte Suprema votó de manera unánime en contra de la medida y ordenó que el General permaneciese en su cargo"
http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Zelaya

En un siito de izquierda, que apoya a Zelaya, se reconoce esta situación:
El golpe en perspectiva Jurídico-Política
"Después de haber tomado todas esas medidas, desoyendo reclamos, amenazas e insultos, la situación del Presidente Zelaya en el seno del Estado, de su Partido Liberal, de los medios de comunicación, de la cúpula militar y de las propias élites hondureñas a las que había pertenecido, era no sólo de total aislamiento, sino de franca hostilidad. Se volvieron en su contra todos los diputados del Congreso Nacional (liberales incluidos), salvo los cinco de un partido de izquierda llamado Partido de Unificación Democrática; se volvieron en su contra la Corte Suprema de Justicia en pleno y muchos otros jueces, y el Tribunal Supremo Electoral; lo abandonaron algunos de sus colaboradores en el Poder Ejecutivo; la cúpula militar lo desafió y lo amenazó."
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article9744


Estado de Derecho:
En un Estado de Derecho existen tres poderes, separados, en un perfecto equilibrio: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Cada cual tiene sus ámbitos de acción y limitaciones constitucionales. Esta separación de los poderes y el necesario equilibrio ha sido una conquista de la raza humana, y nadie la desconoce.

La forma de cómo resuelven sus conflictos esos poderes, al interior de un Estado, es una cuestión de derecho interno y no corresponde la intromisión de otros estados u organismos internacionales.

En Honduras, Zelaya pese a estar aislado políticamente, se empeñó en violar la Constitución y comportarse como un déspota. Todo eso motivó que el Congreso se opusiera a sus designios y apoyara su destitución. El poder Judicial hizo lo propio y, políticamente, hasta su propio partido, el Liberal, le qutó respaldo.

Así las cosas, su salida del gobierno resulta absolutamente justificada, al tenor de la norma constitucional referida. Tal vez si la forma debió ser otra ( su encarcelamiento hubiese sido ideal), para que nadie pudiera confundir a la opinión pública mundial, con la idea de que es un golpe de estado.

Siendo tan evidente eso, es molesto que los periodistas pierdan toda objetividad: Guillier en su programa de 24 horas hizo un panegírico de este individuo, perdiendo toda condición de periodista. Jamás osó pregunta sobre las razone por las cuales el pueblo, el Congreso, el Poder Judicial, su partido, la iglesia le dio la espalda. Jamás le preguntó sobre si era su deseo o no la reelección o si lo intentaría de nuevo. Penoso.

Las autoridades no lo han hecho mejor; la salida del embajador de Honduras es el colmo de la ridiculez jurídica.
DERECHO INTERNACIONAL ATROPELLADO POR LA OEA
Próximamente.