Gobernar por las encuestas es nefasto. Dicen que el 80% está en contra del lucro en la educación, y que por lo tanto, los parlamentarios no pueden sino apoyar su eliminación.
Este es un análisis muy básico: si se encuesta a la gente de si le gustaría que el PAN fuera gratis, seguro que el 80% dirá que si. Si preguntan que los arriendos de casas tenga un precio máximo de $100.000, seguramente el 80% estará de acuerdo. ¿Significa que los parlamentarios, sin poder racionalizar la discusión, deberían apoyar eso, o le hacemos marchas todos los días?
Seguir las encuestas es ser populista: la gente actúa con emociones y no necesariamente con la razón.
Por otra parte, los plebiscitos se usan por las dictaduras, que buscan decisiones emotivas (Pinochet, Castro, Chávez). En una democracia la gente actúa a través de sus representantes. Si los jóvenes quieren cambiar las cosas, planifiquen bien: inscríbanse, voten por quienes puedan canalizar sus ideas y luego exijan a sus parlamentarios el cumplimiento de las promesas. Si no se inscriben, se friegan no más, y no pueden quejarse.
Ahora, en el caso actual, es lamentable que los medios de comunicación no enfaticen que el movimiento estudiantil está manejado externamente por el Partido Comunista.
Esto pone más en evidencia la necesidad de modificar el sistema binominal de elección de parlamentarios (actualmente se eligen 2 parlamentarios por zona, lo que lleva a que los dos primeros y únicos lugares siempre los ocupen la Concertación y la Alianza), para que las fuerzas como el PC hagan valer sus puntos de vista en el Congreso, y no usen a los estudiantes y a los gremios, para obtener en la calle, con piedras si es necesario, lo que no han podido racionalmente lograr en el parlamento.