Me produce risa la posición de los políticos y de los medios de comunicación social, respecto del consenso en materia internacional que tendría Chile, en el caso con marítimo Perú. Se presenta como una gran cosa y todos se ufanan de este "logro".
Sin embargo, lo risible es que eso es común a absolutamente todos los países, cuando hay temas de soberanía o defensa, y es lo que ha llevado a situaciones muy criticables.
Tenemos el caso de Bolivia, donde cada vez que se quiere consenso interno, se saca a colación su aislamiento marítimo, maniobra aglutinadora que luego es criticada por todos aquí en Chile.
Y es también la critica que se le hace a Bush: se aprovechó que en ese país también se produjo un consenso, unánime, prensa involucrada, cuando se invadió Irak. Y pobre del que osare contradecir ese tan estupendo consenso nacional. Ahora hay muchos medios arrepentidos por el engatusamiento de que fueron objeto (más bien auto-engaño, porque siempre hubo voces disonantes desde el extranjero que fueron desechadas, por erradas).
Remontémonos un poco más atrás...
Argentina, Malvinas, gran consenso nacional. Ya sabemos lo que pasó. ¿Más atrás? Espacio vital, país unificado, Segunda Guerra Mundial.
En todos estos casos había una confianza ciega, absoluta, en que la posición nacional era la correcta.
Así que no hagamos aspavientos con este tan especial, único en el mundo, y patriota consenso chileno; no tiene nada de sui generis y, peor todavía, hay que tener cuidado, porque muchas veces hace pasar de contrabando posiciones que luego pueden dar vergüenza.